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jueves, 6 de octubre de 2016

Monos narigudos en el Parque Nacional de Bako #Malasia-Isla de Borneo 2016

Con un mono proboscis
9  agosto 2016-11/08/16.    Desde la ciudad de Kuching se puede coger un taxi para ir al embarcadero de Bako, donde se coge una barca hacia el  Parque Nacional de Bako , el parque nacional más antiguo de Sarawak (Isla de Borneo. Malasia) en una península bañada por el mar de china.  Se puede pasar solo un día o quedarte a dormir en alguna cabaña del campamento. Si solo vas a pasar un día las barcas empiezan a salir a las 7:30 am y para volver la última sale a las 4 p.m. y tienen prioridad para cogerlas, esto es importante porque nosotros nos pegamos un madrugón del copón y como nos quedábamos a dormir nos hicieron estar esperando hasta las 11:30 am en el embarcadero.
Familia al completo
Vamos a ubicarnos un poquito:
La isla de Borneo (en rojo) está repartida entre tres estados: Brunei, Indonesia y Malasia (la zona azul). En morado vemos la región de Sarawak, la cual vemos en grande en la siguiente imagen.
Sarawak con el Parque Nacional de Bako remarcada en naranja:
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Embarcadero
El paseo en la barca fue muy agradable, como somos seis la llenábamos entera e íbamos de excursión privada. Nuestro barquero fue super simpático, hasta nos dijo alguna palabra en castellano. Nos explicó muchas cosas y nos fue haciendo paradas para ver medusas enormes, un varano pequeñito que bajo desde las rocas al agua y se puso a nadar, los manglares…



Medusa
Embarcadero de Bako
Al llegar al parque no vimos el camino de madera y atravesamos la playa con las maletas a cuestas, habíamos conseguido llevar solo lo justo y necesario en dos maletas para los seis, el resto se quedó en el hotel de Kuching.
El cartel que da la bienvenida al parque está en la playa donde te dejan los botes.
Y mientras recorríamos la playa vimos los primeros monos en los árboles de la orilla, el mono plateado: pequeños, de color gris y con un capirote blanco y barba. Y ya en el recinto donde hay que registrarse, justo en el árbol de la puerta SORPRESA!!! Un Proboscis!! El mono narigudo que es endémico (único y exclusivo) de la isla de Borneo!!! Y ahí estaba el tio, tan pancho, sentado en una rama, comiéndose unas hojas, y abajo todo lleno de chinos con cámaras impresionantes sacando unas fotos que ni en National Geografic. Y cuando se cansó de los paparazzis, se bajo del árbol, nos dio la espalda, y se escondió entre los matorrales.
Monitos everywhere
El varano que vimos desde el barco, en el centro de la foto.
Proboscis (mono narigudo)

A todo esto, y a provechando el despiste de la gente, apareció entre la multitud un jabalí salvaje que buscaba robar algo de comida. Durante los tres días que estuvimos allí vimos unos cuantos jabalíes más por el campamento, algunos de un tamaño bastante considerable.
Cerdos barbudos

Y para acabar ya con la fauna de campamento, había que tener cuidado con los macacos, descarados y ágiles monos que no dudan en lanzarse a cualquiera que tenga comida o cualquier cosa de su interés. Uno de los días en la comida uno de estos macacos le robó un puñado de arroz a la pareja de al lado, que se pegaron un susto de muerte y a la vez una risa que se caían.

Los macacos (de cola corta y de cola larga) estaban por los caminos y se acercaban sin ningún miedo a nosotros y nuestros bungalows para ver si podían llevarse algo.


Como aun era pronto para que nos diesen la habitación, dejamos las maletas en una sala y nos encaminamos hacia una de las rutas, elegimos una no muy larga para llegar a comer al campamento. Fue un poco deprimente cuando nada más explicarnos las posibles rutas, que la mayoría acababan en playas, nos dijeron que estaba prohibido bañarse por motivos de seguridad (Cocodrilos de mar, tiburones y medusas enormes).

La playa del primer camino que hicimos. 
Nada más empezar la ruta ya estábamos sudando, ¡que calor y que humedad! Fue un recorrido precioso por el bosque lluvioso, pero un poco complicado, subiendo por rocas, pisando raíces. Vamos que tenias que pararte de vez en cuando para mirar la maravilla que te rodeaba, porque mientras caminas solo puedes mirar al suelo.



Cuando al fin llegamos a la playa, preciosa, salvaje... de agua marrón y con más gente de lo que es habitual, apareció nuestro barquero “Buenos días, hola hola, do you remember me??” y se nos iluminaron los ojos. Por un precio más que razonables (un precio fijo) nos hizo una ruta en la barca para ver un par de playas más y la roca marina que es el icono del parque y nos llevó de regreso al campamento para comer.



Para comer hay un minibuffet y dos sopas calientes, recomiendo la Laxa, la otra sabe a potito de bebe con espaguetis, pero para gustos los colores. Después pretendíamos ir a la cascada y darnos un baño pero la ruta dura 5 horas en total y no nos pareció viable, así que hicimos otra ruta hacia otra playa, preciosa, y además vacía, estuvimos completamente solos. Vimos mas proboscis, un cangrejo de herradura… y me enamoré de los colores y formas de las rocas. La marea estaba muy baja y la visión de los manglares sin agua era muy curiosa.




Antes de cenar estuvimos un rato en la playa del campamento viendo el atardecer.



A la mañana siguiente intentamos llegar a las cascadas, sin éxito y acabamos desviándonos hacia otra de las playas, donde habíamos quedado con un barquero que traía a mi madre (que no quería caminar tanto). El final del camino es en lo alto de un acantilado con unas vistas impresionantes de la playa, las praderas rocosas y la selva. Debimos estar caminando unas tres horas o un poco más. y que calores!!




Mi madre llegó con los bocatas, comimos en la playa, nos bañamos, a pesar del peligro (si íbamos a morir, mejor por un cocodrilo que por el calor, que tiene más glamour) aunque estaba más caliente el agua del mar de china que la temperatura del ambiente, y lo digo yo! Que soy la más friolera del país. De verdad que el agua quema! El fresquito se nota después cuando sales del agua. 

Después de una tormenta en la que nos refugiamos bajo unas piedras pusimos rumbo al campamento. De nuevo en barca, y volviendo a pasar por la roca típica del parque.
A la sombra de estas rocas comimos, y nos refugiamos de la lluvia

En el campamento volvió a caernos una tormenta y prácticamente no hicimos nada mas durante todo el dia… ducha (de agua fría porque no hay calentador. Lo que hice fue dejarme por la mañana las botellas de agua que nos habíamos bebido, llenas de agua del grifo. y así por la tarde estaban a una temperatura aceptable)
Esta es la casita, dos habitaciones con tres camas, nevera y un baño completo. 

A la mañana siguiente y viendo que la temperatura era mucho mejor al amanecer, decidimos levantarnos a las 6 de la mañana y empezar el día con una ruta de una hora hacia un mirador y ya después bajar a desayunar

Desde este mirador se ve la playa del campamento. es un paseo muy bonito y corto pero todo de subida.
Y se acabó! de nuevo con las maletas hacia el embarcadero y coger el barco para volver a Kuching.




Más fotos: 
Llegada al parque:



Excursiones, playas, fauna (monos) y flora (plantas carnívoras):




Cangrejo ermitaño
Anocheceres en la playa del campamento.




Preciosos colores en las rocas
Marea baja en la playa del campamento




Proboscis
Un Proboscis a contraluz
Fotos preciosas de un macaco en el campamento, hechas por mi tio :)



por toda la arena de la playa hay cangrejos super pequeños que se hacen cuevas sacando la arena formando bolitas perfectamente circulares.






Plantas carnívoras (esta foto y la de abajo)









Bañador de Aliexpress



Proboscis
peces que corren y saltan por las orillas







A falta de gorra, pañuelo para que no te de el sol en la cabeza. Esteticamente no es muy sexi y puede parecer que da mucho calor, pero se nota en seguida que no te está dando el sol directamente y es un gustazo.




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